Nanas para el “acunamiento” con María
ENRIQUE MEJÍAS RIVERO | El Candil de María pone el acento en llevar la presencia de María desde un nuevo lenguaje que posibilite redescubrir el gran tesoro que encierra el rezo del Santo Rosario. Ante las prisas de un mundo que parece haber vuelto la espalda a Dios, el sosiego, la mirada “hacia dentro”, el dejarnos sorprender por la fuerza de la belleza, son la apuesta de este ministerio apoyado en la oración como motor primero para la evangelización, desde un Ave María renovado.
“De María. Nanas. Volumen I” nos ofrece una serie de sencillas pero dulces y conmovedoras melodías de la mano de Beatriz Elamado, como ayuda para el acompañamiento en la oración de los misterios gozosos del Santo Rosario. Son ellas, fruto de la experiencia de su autora durante años en la casa de Acogida “Ain Karem” (Burgos) donde - en contacto con bebés - el susurro, el acunamiento y las suaves y tiernas melodías fueron parte importante en este dormirse arrullados para dejarse hacer. Son ellas también la voz penetrante de Aquella que ha podido escuchar en lo profundo de su corazón en los momentos de mayor desierto y que, hoy, llega en forma de nanas.
Un recorrido, sin duda, apasionante por momentos significativos de la vida de Jesús y María, en clave de fe, donde cada nana nos envuelve en ese sentirnos “acunados” por la ternura de una Madre que se nos presenta como guía al corazón de su Hijo, Jesús.
“Del susurro que pone en camino” es una de las siete melodías, sin texto, que conforman este trabajo donde el susurro, la humilde melodía que se abre paso son acompañados por el arpa con espléndida sensibilidad, adornando y recreando una atmósfera de profunda espiritualidad. Canto, éste, que nos predispone a la contemplación de uno de los misterios gozosos: la visitación de nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
“Y con la Pérdida y el Hallazgo” es otro botón de muestra para orar con el quinto misterio gozoso: Jesús perdido y hallado en el templo, donde nuevamente el arpa conmueve con sus delicados arpegios que visten a la melodía principal.
“Cantamos el Himno” nos invita a orar las letanías de Nuestra Señora con la aparición de una nueva voz masculina que aporta una mayor, y más rica, densidad sonora.
La única canción que rompe con el estilo de nana o canción de cuna, y con la que se cierra este disco, es “De María: El Abrazo”, una inspirada balada donde cuenta con el magnífico acompañamiento del pianista argentino Kiki Troia, maestro en captar la magia que esconde cada canción. Aquí nos sorprende con un interesante colorido armónico – con acordes propios del jazz- y delicados matices que van in crescendo hasta alcanzar su clímax con el cambio de tonalidad, coincidente con una radiante entrada de los violines, alcanzando también su punto máximo melódico en el momento que la letra dice: “De María… Suma”.
Los músicos que han colaborado en este primer volumen – antesala de un cercano segundo con la oración de los misterios gozosos - son: Goyo Casado - sacerdote, músico, corista y arpista, de Valladolid (España); Kiki Troia - Pianista, arreglista y productor – Guadalajara (México) -; Jorge - responsable de “Eldana ”estudio de grabación, mezcla y masterización – Dueñas – Palencia (España) - y Paco Garnelo - responsable de estudio de grabación en Real de Gandía – Valencia (España) -. La producción y edición corresponde a www.elcandildemaria.com
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